A mis 30 años volví a Málaga, mi ciudad natal, en Andalucía, al sur de España, donde decidí instalarme de nuevo para impulsar aquí el Tribal Fusión, organizar espectáculos de danza y abrir mi propia academia de danza en pleno centro histórico de la ciudad.
Dirigir un negocio fue una experiencia nueva y desafiante para mí, que había vivido tan libre hasta ese momento, pero me enseñó muchísimas cosas nuevas y constituyo una etapa muy importante en mi camino.
Tribalma fue un lugar mágico por el que, durante 5 preciosos años, pasaron muchas alumnas y profesoras de Danza del Vientre, Tribal, Pilates, Yoga, Tribal Fusión, Flamenco y Danzas de la India y del que guardo recuerdos muy especiales.